El papel moneda de las diferentes divisas se fabrica con pliegos de papel especial que se diseñan en torno a cánones de calidad y medidas anti falsificación.
Los billetes deben resistir bien el uso, la fricción e incluso el agua, no pudiendo decolorarse por la acción del agua, ni ver afectado su tamaño por encogimiento. Todas estas características que a priori parecen evidentes, en realidad son muy difíciles de conseguir. Si a ello le sumamos los diferentes sistemas de seguridad, como inserciones metálicas, relieves, trasparencias etc., todo ello hace que cada papel moneda se único e inigualable. Todas estas características
sumadas a las de las tintas componen un registro odorífero único que nuestros perros aprenden y memorizan, para su posterior detección.
El dinero como todos los papeles, tiene una alta capacidad hidroscópica, lo que le permite absorber la humedad del ambiente en mayor o menor grado en función de las condiciones atmosféricas, barométricas etc. Esta humedad ayudará a nuestros perros a detectar mejor la presencia de dinero, por la evaporación de esa humedad junto con las partículas de olor que nos interesan.
A pesar de esto, salvo en condiciones sumamente favorables, el olor desprendido por el dinero es mínimo y dentro de las especialidades de detección, la detección de dinero es de las más difíciles, por ello una inspección exhaustiva de dinero, debe realizarse por un equipo profesional y experimentado.